domingo, 5 de abril de 2009

La primera vez

El inicio sexual a temprana edad ya no es un secreto. A los quince años la mayoría de los chicos y las chicas ya tuvieron su primera vez, generalmente con sus novios o novias y en la casa de sus padres. Pero a pesar de que manejan mucha información, los adolescentes corren riesgos.

¿Quién no se acuerda de su primera vez? Las experiencias son muchas, algunas positivas y otras, no tanto, pero lo cierto es que la iniciación sexual deja una huella difícil de borrar.

Los tiempos cambian.

Las madres de los adolescentes saben que hasta hace unas décadas atrás no era fácil atreverse a dar ese primer paso.

Muchas lo hacían después del contrato matrimonial o si se animaban a dar este paso antes de casarse, lo ocultaban por miedo a ser juzgadas.

En los ‘60 o los ‘70 las mujeres iniciaban su vida sexual alrededor de los 18 y los 20 años, hoy, en cambio, las chicas comienzan a tener relaciones sexuales entre los 15 y los 16 años y los chicos, entre los 14 y los 15.

En aquél entonces, hablar con los padres ni siquiera se les ocurría.

Actualmente, en los últimos años del colegio secundario, casi todas las chicas y los chicos ya pasaron por esta experiencia y no tienen miedo de contárselo a sus padres.

“Casi todas mis amigas ya lo hicieron, la mayoría con los novios”, explica Rosalía, una chica de 16 años a la que no le importa contar que con su mamá “está todo bien”.

“Siempre charlamos de todo, ella no me dice nada, al contrario, me aconseja.

A algunas chicas no les pasa lo mismo, tengo amigas que no pueden hablar con los padres y prefieren hacerlo a escondidas porque saben que si se enteran, se van a enojar”, afirma.

Lo cierto es que, aunque los adolescentes de hoy están mucho más informados, a través de internet y los medios de comunicación, en muchos casos manejan información errónea, lo cuál resulta peligroso.

Mitos como el que afirma que la primera vez no se puede quedar embarazada, siguen estando vigentes y resultan muy peligrosos: en la Argentina sólo el 20% de los adolescentes utiliza un método anticonceptivo en su primera relación sexual.

“Todos los que trabajamos con jóvenes escuchamos a diario preguntas que delatan la falta de información necesaria para que tomen medidas de prevención.

No podemos permitir que esta situación continúe”, afirma la Dra. Diana Galimberti, presidente de la Asociación Argentina por la Salud Sexual y Reproductiva, que sostiene que es necesario realizar una campaña para que, tanto los hombres como las mujeres, asuman la responsabilidad de cuidarse.

“Hoy las chicas tienen que aprender a decir que no, si su compañero se niega a cuidarse”, agrega.

En casa de los padres Encontrar un espacio de privacidad no es fácil en la adolescencia.

Muchos padres prefieren que los chicos se inicien en la casa antes de que lo hagan en la calle, en un auto o en cualquier otro lugar “de paso”, que puede resultar mucho más riesgoso, por la falta de cuidado y en consecuencia, llevar a embarazos no deseados o, lo que resulta peor, contagio del sida u otras enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo los riesgos existen.

En Argentina los embarazos no deseados alcanzan cifras mucho más altas que en otros países en los que la prevención es mayor (ver recuadro).

El rol de los mayores tampoco es fácil.

En honor a la verdad, ser padre de un adolescente nunca fue sencillo.

Casi nadie duda de la importancia de mantener un diálogo abierto y fluído con los hijos, pero, ¿hasta dónde es necesario hablar?, ¿cómo informarlos sin invadir su privacidad? No todos los padres logran entablar una buena comunicación con sus hijos.

A veces ellos prefieren despejar dudas con los amigos.

Pero hay cosas que los adolescentes no saben y es allí cuando resulta necesario recurrir a un profesional que pueda informar y contener a los chicos.

Idealmente, debe ser la familia la que inicie el proceso de educación sexual, desde niños, acompañándolos, respondiendo a sus inquietudes, orientando e incorporando los valores de la familia.

Pero este proceso ideal es una realidad que resulta poco frecuente.

“Todavía sos chico y no entendés” u “ojo con lo que hacés” son discursos que suelen aparecer con el paso de los años, cuando los chicos comienzan la pubertad.

A los padres les cuesta asumir que sus hijos han dejado la infancia y que tienen fantasías y deseos sexuales, como cualquier adulto, que tarde o temprano concretarán.

"... sólo el 20% de los adolescentes utiliza un método anticonceptivo en su primera relación sexual."

Es aquí cuando resulta importante el rol de la escuela, un ámbito en el que los adolescentes pueden abandonar las inhibiciones que tienen en casa y hacer las consultas que necesiten.

Las estadísticas demuestran que los países que asumieron el compromiso de impartir educación sexual en las escuelas desde el nivel inicial tienen muchos menos casos de embarazos no deseados.

Si todo sale bien, pronto esta situación cambiará: este año se tratará en el congreso el Proyecto de Ley de Educación Sexual que dispone la creación de un programa nacional de educación sexual para todos los niveles de carácter obligatorio, tanto en instituciones privadas como estatales.

Miedos y tabúes A veces la presión por “debutar” es muy grande.

El sexo se ha convertido en nuestros días en un imperativo.

La publicidad no hace más que mostrar adolescentes en situaciones eróticas.

Esto parece poner en evidencia que los más atractivos y populares son los más exitosos sexualmente.

La ecuación es sencilla: el que todavía no inició su vida sexual, se siente marginado.

Es así que algunos chicos, se apuran, para no quedar afuera del concepto imperante.

A pesar de la desinhibición con la que hablan los adolescentes, a la hora de iniciar relaciones sexuales se enfrentan con los mismos temores y tabúes que tuvieron sus padres.

"Muchos padres prefieren que los chicos se inicien en la casa antes de que lo hagan en la calle, en un auto o en cualquier otro lugar “de paso”. "

Los varones tienen miedo al fracaso, a “no poder”, a no gustarle a su pareja o a demostrar demasiado los sentimientos.

En general, los chicos siguen cumpliendo, el “rol activo” en la relación, aunque generalmente ya no recurren a la prostitución para iniciarse y prefieren hacerlo con sus novias o con relaciones ocasionales pero que, casi siempre, son chicas de su edad.

Las chicas, en cambio, se inquietan por otras cosas: el miedo al dolor, el sangrado, la vergüenza del cuerpo y el temor a no gustarle al varón, se encuentran dentro de los problemas más frecuentes.

A esta edad es habitual que, tanto las chicas como los chicos, se mientan o, por el contrario, exageren acerca de sus experiencias.

Así se instalan mitos como que el orgasmo debe ser simultáneo o que si ellas no llegan al clímax son frígidas.

Estas falsas creencias pueden perjudicar a las jóvenes, a los que les resulta mucho más difícil manejar los complejos.

“La primera vez para mí fue bastante fea, porque me dolió, me sentía incómoda y no sabía qué hacer, por suerte hacía ya bastante tiempo que salía con mi novio y como estamos enamorados, todo fue más fácil” cuenta Rosalía, que también conoce las experiencias de algunas de sus amigas, que no fueron del todo buenas.

“Una compañera tuvo su primera relación con un chico que había conocido en un boliche, pocos días antes. Después él no la llamó nunca más y al poco tiempo vió que salía con otra chica, se sintió re-mal”, relata la adolescente.

La presión es, también, enemiga de una sexualidad sana.

Una encuesta reciente realizada por el Hospital Argerich da cuenta de que el 45% de las adolescentes habían iniciado sus relaciones sexuales por presión de sus parejas.

Lograr que tanto ellos como ellas lleguen preparados a este momento es fundamental para evitar la angustia, el miedo y los sentimientos negativos.

Después de todo, quién no fue adolescente y quién no recuerda la intensidad con la que se atraviesa esta etapa

• LA PRIMERA VEZ EN NÚMEROS • Según la última encuesta latinoamericana sobre anticoncepción, realizada por CELSAM, el 62% de las encuestadas, inició sus relaciones sexuales durante la adolescencia: el 11% antes de los 15 años y el 51% entre los 16 y 19 años.

Las chicas se inician entre los 15 y 16 y los muchachos, entre los 14 y 15 años.

• El 70% de las chicas y el 50% de los varones se inician sexualmente bajo los efectos del alcohol, de acuerdo a consultas realizadas en el Hospital de Clínicas José de San Martín.

• 1 de cada 5 adolescentes se embarazan en el primer mes de iniciadas las relaciones sexuales (Hospital Rivadavia). • Cada 5 minutos una adolescente se convierte en madre y por lo general un varón adolescente es el padre (datos oficiales del Ministerio de Salud).

• En Argentina hay 64 embarazos cada mil adolescentes.

En cambio, en los países en los que la educación sexual se encuentra extendida, ostentan cifras mucho más bajas: en Italia hay siete embarazos cada mil.

• La falta de precaución a la hora de mantener relaciones sexuales hace estragos: los jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y 24 años representan la mitad de todas las nuevas infecciones de HIV a nivel mundial.

Estas cifras equivalen a seis mil jóvenes infectados por día. LO IDEAL SERÍA...

• Elegir el momento adecuado para la primera vez, sin dejarse llevar por las presiones de amigos o compañeros.

• Hacerlo con una pareja estable y cuando el amor es verdadero, es la única manera de obtener la contención y el afecto necesarios para sentirse bien durante la relación sexual y después de ella.

• Utilizar un método anticonceptivo adecuado e informarse de la manera correcta de hacerlo.

• Para ellas: concurrir al ginecólogo antes de comenzar las relaciones sexuales y despejar en la consulta todas las dudas.

• Elegir un lugar cómodo, tranquilo y seguro.

• No tener relaciones sexuales por primera vez bajo los efectos de las drogas o del alcohol.

• No dejarse apurar y nunca hacer lo que no se quiera hacer

(fuente/utilisima.com)

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