sábado, 21 de marzo de 2009

Masturbación en pareja.



Getty Images - Beso

Existen ocasiones en las que la masturbación también puede formar parte de tu vida sexual en pareja.


En realidad, la masturbación forma parte de las actividades sexuales de la inmensa mayoría de los hombres y las mujeres sexualmente sanos, desde la infancia o adolescencia hasta la ancianidad. Incluso desde antes: se tienen datos de fetos de ambos sexos entregados al placer solitario con reiteración.

La masturbación es una práctica que no cesa cuando se tiene pareja estable, como marcaba uno de sus mitos más sólidos. Las probabilidades de que una mujer siga masturbándose después de casada son del 96%. Entre las mujeres emparejadas, la frecuencia con la que acuden a la masturbación suele ser igual o superior a la época en la que carecían de pareja. Entre los hombres se ha encontrado reiteradas veces una tendnencia contraria: disminuyen su frecuentación autoerótica cuando se emparejan.

¿Coito o masturbación?

El coito y la masturbación, lejos de ser actividades contrapuestas, son complementarias. Por eso siguen dándose en la misma persona aunque tenga pareja.

Y es que la masturbación y la cópula satisfacen necesidades psicológicas y físicas diferenciadas, tanto en unos como en otras. Mientras que la masturbación es resolutiva, rápida y no requiere mayor consenso que el de la persona consigo misma, el coito necesita de la colaboración con el otro, que no siempre es receptivo.

Mientras que la masturbación satisface las necesidades sexuales autónomas de la personas, el coito satisface la necesidad de compartir la propia sexualidad con el otro. Mientras que la masturbación proporciona orgasmos intensos, la cópula los procura menos intensos, pero van acompañados del cálido contacto de los cuerpos y de las emociones.

Tipos de placer

La más tradicional, la que han practicado más comúnmente casi todas las parejas, es la masturbación al otro. Que se puede incorporar al reparto sexual como complemento del resto de las actividades sexuales, para proporcionar orgasmos adicionales o que no se han conseguido de otro modo, por ejemplo; o como una oferta unidireccional como si de un regalo se tratara.

Existe un modo utilitario de compartir la masturbación entre las parejas. Las mujeres llegan a él con la experiencia. Y es masturbarse con las manos durante el coito para asegurarse el orgasmo y para facilitar la aparición de los orgasmos simultáneos. Esto es algo que solo pueden hacer las mujeres porque, por definición, los hombres no se pueden masturbar manualmente durante la cópula; pueden hacerlo antes o después, pero no durante.

Otro modo de practicar la masturbación en pareja, algo menos tradicional que el anterior, es el de la masturbación mutua. Es decir, el uso de la masturbación como una forma de alcanzar el orgasmo, utilizado bidireccionalmente. Puede ser una actividad sexual compartida por sí misma.

Una forma de practicar la masturbación en pareja, que también es muy antigua aunque se ha popularizado más en los últimos años, es utilizar la masturbación como espectáculo.

Deja que te miren

En los últimos años se está popularizando otra forma de masturbarse en pareja (aunque, repito, ya se daba antes en el pasado). No es otra cosa que hacer el amor (lo que antes se entendía como previos) para, después, ambos alcanzar el orgasmo masturbándose simultáneamente el uno junto a la otra. Es una forma agradable de compartir una actividad tan íntima y personal como la masturbación. Todas estar formas de compartir la masturbación son lícitas en una pareja. Se trata de aportar a la sexualidad en común algo tan íntimo y reservado como es el placer solitario.

No hay comentarios: