lunes, 8 de diciembre de 2008

¿El sexo eleva las defensas del cuerpo?

Que la práctica regular del sexo es beneficiosa física y psíquicamente ya es por todos sabido. Sin embargo, hay algunas dudas que todavía persisten: ¿Cúal es la regularidad apropiada? ¿A partir de qué momento puede hablarse de excesos nocivos, o de excesivas abstinencias?Un nuevo artículo, publicado en la revista alemana "Psychologie heute", pretende arrojar algunas luces sobre el asunto al determinar que el sexo, al menos en los hombres, puede ser beneficioso para reforzar el sistema inmunológico, siempre y cuando se lo practique con una regularidad de dos o tres veces por semana.El estudio, escrito por el doctor Tillman Krueger de la Universidad Técnica de Zurich, se basa en una investigación en la que se les sacó sangre a once hombres antes y después de que se masturbaran.Se comprobó así que el número de anticuerpos en cada persona aumentaba justo después del orgasmo. De este modo, se observó que el organismo procede a reforzar las defensas de manera preventiva debido a que en el acto sexual hay contacto con un importante número de bacterias.Krueger concluye que "la práctica sexual aumenta o reduce la cantidad de anticuerpos" y que "ni la adicción al sexo descontrolada ni la contención absoluta han demostrado ser beneficiosas".El médico alemán tomó como antecedente un estudio estadounidense que dictamina que el sexo practicado regularmente dos o tres veces por semana hace aumentar a largo plazo el número de anticuerpos en la saliva.Para el doctor Héctor Oscar Bocconi, urólogo de la Universidad de Buenos Aires consultado por Clarín, hay estudios de la relación entre el sistema inmunológico y el estrés que llegan a conclusiones similares.Como del estrés depende en buena medida el aumento o caída de las defensas, se ha comprobado que la práctica regular del sexo tiende a crear un efecto de satisfacción y relajación que contribuye a fomentar la producción de anticuerpos.Por el contrario, el sexo no deseado o forzado puede desencadenar una situación de estrés que influya en la disminución de esas defensas inmunológicas.Sin embargo, el doctor Bocconi advierte que las frecuencias deseables de las relaciones sexuales no pueden generalizarse para todas las personas por igual."El parámetro de tres relaciones por semana para, por ejemplo, una persona entre 20 a 30 años —aclara Bocconi— no es exacto, puesto que en esas edades el número de relaciones semanales suele generalmente ser mayor".Para Luis Itzcovich, urólogo y sexólogo de la Universidad de la Plata, desde hace ya muchos años se han venido realizando congresos médicos sobre el tema, por lo que los resultados del estudio del médico alemán para él no son novedosos.El doctor Hugo Kelly, sexólogo de la Universidad de Buenos Aires, afirma, por su parte, que lo verdaderamente perjudicial para las defensas es la abstinencia de sexo, y que no está comprobado hasta el momento que el exceso de relaciones incida en algún deterioro del sistema inmunológico.De comprobarse la veracidad y novedad del estudio, la incidencia del sexo en el sistema inmunológico sería tan sólo uno más de los múltiples beneficios que se le han atribuído científicamente. Las relaciones sexuales, llevadas a cabo con una moderación ajustada a la edad, son un factor que ayuda a vivir más y mejor.

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